La tapia del manicomio

Esto no es lo que parece

María, esto no es lo que parece. Colar, no suele colar, aunque hay mujeres muy crédulas

Cando lo de Bárcenas y lo de Urdangarín, surgió un chiste. Un individuo le dice a otro: -Yo debo ser tonto, porque la mujer de Bárcenas no se enteraba del dineral que entraba en su casa durante años; la mujer de Urdangarín no se enteró nunca de dónde llegaban los millones. Y mi mujer se entera al día siguiente si salgo una noche de marcha.

El caso es nadie se cree que tal ignorancia se pueda dar en una casa, familia o similares proximidades, pero semejante línea de defensa hasta ahora ha funcionado casi siempre. Sólo va a ir a la cárcel la esposa de Bárcenas, que está ya "invitada" a ingresar en breve, y eso después de muchos años de pleitos. Tal éxito jurídico-procesal de esa línea de defensa ha hecho que otros muchos la usen. El caso más reciente es el del exministro Fernández Díaz, que dice que no sabía nada de lo que pasaba en su ministerio ¡y eso que su ministerio era el de Interior! La cosa tiene perendengues y así se lo ha dicho el juez con bastante sorna. Aunque el hecho de que el juez no se lo crea no implica que no acabe siendo declarado inocente por falta de pruebas o por cualquier otro recoveco jurídico. Y encima, en el caso de Fernández, no era su mujer la que no se enteraba de nada de lo que su marido hacía, sino que era él mimo, él, quien no se enteraba de lo que hacía en sus largas horas de trabajo ministerial. De Interior, hay que repetirlo, que no era de Obras Públicas ni el Cultura, sino el responsable de policías; y no sabemos si en aquellos años el CNI también era competencia de Interior o, como ahora, dependía ya de Defensa. Este tipo de argumento exculpatorio tiene el inconveniente de que el que lo emplea queda como un tonto, ignorante y/o incompetente. Pero, claro, la alternativa es peor: declararse culpable e ir al talego. Y, aunque el español medio prefiere pasar por feo, pobre, infortunado…antes que por tonto, en este caso los beneficios justifican el sacrificio.

Otra forma de negar la evidencia es la que usa el marido pillado in fraganti en la cama con una alternativa y él, muy serio, le dice a su mujer: -María, esto no es lo que parece. Colar, no suele colar, aunque hay mujeres muy crédulas, como las arriba citadas. No suele haber, sin embargo, jueces tan crédulos, pero como la experiencia dice que ha colado en otros casos similares, hay un buen camino abierto. Y en eso están los abogados de don Jorge, que han elegido esa línea de defensa. Se ve que no han encontrado otra mejor.

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