El paro otoñal

¿Y el paro? El incremento de estos 4 meses ha sido de 3.787, mil menos que el año pasado, y 1.500 menos que el anterior

Qué fue lo más repetido en los comentarios sobre los datos de paro y afiliaciones de agosto? La horquilla de frases fue reducida: pérdida de fuelle, desaceleración del empleo, inquietante desplome, el peor agosto, mal agosto (este creo que era más progubernamental). La experiencia reciente nos dice que es mejor no despreciar los malos augurios, sobre todo por si se cumplen y quedas inmortalizado como el ministro Solbes cuando negaba la crisis. Un curriculum destrozado de por vida. Los vaticinios que numerosos analistas concluyen de los datos de agosto es un frenazo para el empleo en Otoño. Y, claro, lo que nos preguntamos es ¿Qué puede ocurrir en Almería? Con las cifras de verano, "aún" no va mal. Quizás nuestras exportaciones -siempre hay que comer- no son las afectadas por la ralentización de la economía china o la pérdida de ritmo europeo. Pero el caso es que en los meses en los que tradicionalmente se registra el mayor crecimiento del paro en Almería, entre mayo y agosto, o la mayor pérdida de empleo (que no siempre es lo mismo) a nuestro mercado laboral le ha ido mejor que en años precedentes.

Veamos la variación en el total de afiliados a la Seguridad Social. En los cuatro meses (mayo a agosto) la cifra total de cotizantes ha bajado en 19.085 personas, que es bastante menos que en los dos últimos años, algo más que en 2016 y, otra vez, menos que en 2015. Con una diferencia. El total de personas de alta en Seguridad Social supera en 53.200 a los existentes en 2013 y una previsión prudente nos dice que, sabiendo que el último trimestre del año es el de mayor creación de empleo en la provincia (o de reactivación, pues en muchos casos son trabajadores fijos discontinuos que regresan al trabajo) el total de afiliados superará por primera vez los 300.000 desde los 278.000 actuales. ¿Y el paro? El incremento de estos cuatro meses ha sido de 3.787, mil menos que el año pasado, y 1.500 menos que el anterior. Animándonos otra vez con la adivinación, cuando termine 2019, la cifra de desempleados puede haber regresado a la de enero de hace diez años, cuando se situó en 55.000. Descartado está, eso sí, volver a cifras anteriores a la crisis de 2008, aunque sólo sea porque somos más las personas en edad de trabajar. Con todo, y aunque es muy probable que nuestra provincia esté mejor para afrontar una desaceleración, tampoco estaría mal que las incertidumbres políticas se despejen ¿Gobierno ahora, después de otras elecciones? y contemos con un Ejecutivo que pueda afrontar los problemas, especialmente en el empleo, que los expertos auguran.

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