Un verano relajado, buena gastronomía y disfrutando de una tierra única como Mojácar. Igual es lo que quiere Sánchez después de convocar elecciones en julio. Irse de vacaciones después del bochornoso resultado para los socialistas en estas elecciones municipales y autonómicas. Esa podría ser la explicación: asumir la derrota o, como dice alguno, la revancha. Principalmente porque la mayoría de la gente estará de vacaciones, los jubilados en Benidorm y los de dinero, en Marbella. Seguramente esto hará que a alguno que otro le dé pereza votar por correo. Cuidado porque esto puede favorecer a Sánchez y ser su última baza, poca participación y quizás ver la luz al final del túnel. No imaginábamos nunca que tiraría la toalla, algo que ha puesto muy nervioso a Podemos. El partido morado no sabe qué hacer para resistir con algún escaño después de su no existencia en la capital de España donde nació. Desesperados por pactar con Yolanda Díaz y ella, la ministra de Trabajo, muy nerviosa. La gallega afirma que asume el reto, pero sabe que no le da tiempo a demostrar su nuevo proyecto político que podría ser el nuevo movimiento de la izquierda. Crudísimo no, lo siguiente. Lo lógico ha sido lo que ha hecho el presidente del Gobierno. Ha evitado una avalancha de reuniones en la Ejecutiva de Ferraz con barones de cara larga soltando a todos los medios de comunicación críticas atroces a su secretario general. El único que se ha salvado por los pelos ha sido Page y los que están metidos en el seno socialista podrían oler a un candidato sólido para un futuro con un sesgo socialista de la época de Felipe González. España está en pleno proceso de cambio de ciclo, pero como dicen, el adelanto electoral en pleno julio puede pegar algún susto a los de Génova. Me refiero a no conseguir una mayoría absoluta como Ayuso y pelear con Abascal algún ministerio que probamente sea de Defensa. Lo único que esperamos es no ver de nuevo palmeros socialistas comprando votos como locos para salvar a su amado líder. Salimos de una campaña y de unas elecciones y nos metemos en otras que eran completamente inesperadas. Ya lo dicen los meteorólogos, va ser uno de los veranos más cálidos de la historia. Nos toca ver un Sánchez dándolo todo. Prepárense porque igual nos regala la hipoteca a todos.

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