UD ALMERÍA | EL ACTA DE VIVANCOS

Debilidad en las áreas

Marc Pubill busca el disparo desde el costado derecho.

Marc Pubill busca el disparo desde el costado derecho. / Javier Alonso (Almería)

No será por oportunidades. Con polémica, sin polémica, en la primera vuelta o en la segunda, la UDA lo tuvo de todos los colores para haberse enganchado a un hilo de esperanza. Pero no, y eso que la afición asistente se vistió con sus mejores galas y en una cuantía significativa pese a ser el Almería el colista destacado de la competición. No hubo manera, siendo varios detalles los que al final se imponen frente a la tozuda realidad. 

La falta de un delantero centro de referencia no deja de ser un detalle letal para los intereses de un conjunto modesto. Los grandes pueden sobrevivir sin ese delantero centro, y no todos, pero un equipo que sobrevive en el aspecto ofensivo de esa punta de lanza, no se puede permitir ciertos lujos. Se vio a las claras cómo el Alavés llegó menos a puerta y logró perforar la meta contraria en tres ocasiones y cómo la UDA llegaba una y otra vez y sus jugadas morían en la orilla. 

Soy de la opinión de que con Luis Suárez, sano, la UDA estaría actualmente en la lucha por la salvación, pero sin el colombiano u otro ariete líder, a duras penas y por mucho que el conjunto de Garitano haya avanzado en numerosas aspectos del juego, puede suplir esa carencia, sobre todo cuando la UDA juega de local, pues de visitante y al contragolpe se echa menos en falta esa referencia en el área. 

Si Samu Omorodion hubiese vestido de rojiblanco, otro gallo hubiera cantado, pese al intruso en casa ajena llamado García Plaza, técnico del Alavés, que opinó sin saber haciendo bueno aquel dicho de que la ignorancia es muy atrevida. Sí, el entrenador del Alavés como profesional debe conocer a todos los jugadores de Primera, y de Segunda, pero no pareció interpretar correctamente la situación de la UDA y el rol que está intentando ejecutar Baptistao

Luis García Plaza camina en el área técnica del feudo rojiblanco. Luis García Plaza camina en el área técnica del feudo rojiblanco.

Luis García Plaza camina en el área técnica del feudo rojiblanco. / Javier Alonso (Almería)

Y todo fue para hacerse un autohomenaje al proclamar al Alavés como el equipo con menos presupuesto de la máxima competición, que gracias a su sapiencia se encuentra en el camino de la salvación. Menos lobos, que gracias a un penalti in extremis y absurdo su equipo retornó a Primera. La vida en el fútbol es extensa y ya veremos cómo evoluciona todo a largo plazo. 

La actual UDA tiene destellos en diferentes partidos e incluso durante un mismo choque, pero las áreas están penalizando la ausencia del referido delantero y también a la hora de defender con contundencia. En Román Paladino, en la mayoría de encuentros no se rematan al fondo de las mallas las ocasiones francas y por el contrario no se cortan de raíz numerosas oportunidades del rival que suele toparse con una debilidad en la zaga más propia de categorías inferiores. 

La única nota positiva nos viene del centro del campo con un Lopy imperial, bien secundado por sus compañeros, pero en el fútbol no se gana a los puntos como en el boxeo. Pintan bastos, desde hace tiempo, pero ahora más que nunca, pues sólo una impensable racha de victorias de la UDA, junto a una puntuación extremadamente baja de los rivales que luchan por la salvación, haría un milagro que a día de hoy sería poco menos que al cubo. 

Por cierto, comportamientos antagónicos de dos exrojiblancos del Alavés. Para Sivera un cero rotundo por comportarse como un payaso, y un diez para Rioja por llevar a Almería en su corazón. Antes del próximo choque en Valencia se cerrará el mercado de invierno (se supone que llegará un delantero) y hablará el CEO de la UDA, El Assy. A día de hoy para la afición es casi más importante dicha comparecencia que el partido de Mestalla. En pocos días saldremos de dudas.

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