Tribunales

"Se lo llevó todo", uno de los ancianos drogados en Almería relata el robo que sufrió

Agentes de la Guardia CIvil en el interior de la prisión

Agentes de la Guardia CIvil en el interior de la prisión / D.A. (Almería)

José Martínez, vecino de 80 años de la capital almeriense y una de las víctimas de M.C.L.F., la investigada por drogar presuntamente a cinco ancianos con benzodiacepinas para robarles, lo que provocó la muerte por intoxicación de un hombre de 90 años, asegura que la mujer "cogió todo lo que había" en su casa.

Martínez recuerda a EFE cómo el pasado 8 de mayo se presentó en su vivienda una mujer que vestía el uniforme de la empresa que le prestaba el servicio a domicilio: “Venía con la misma ropa que las que venían a mi casa, tres para mi mujer, que entonces seguía viva, y otra para mí. Tocó la puerta, le abrí y me preguntó si tenía un zumo. Le dije que sí, que tenía uno natural de mandarina. Se lo di y, como hacía calor, cogí una cerveza y me bebí como la mitad”, relata.

Martínez afirma que la mujer le pidió ir al baño con la excusa de que se le había “descompuesto la barriga”, y que poco después de su regreso él también fue. “Quedaban como tres dedos de cerveza y tuvo que aprovechar ese momento para echar el ‘enjuague’. Le dije que me iba y ella dijo que también”, añade.

El anciano cree que ya en ese momento “había cogido todo lo que había, porque no había más”. “Se llevó una esclava de mi mujer, que tenía más valor sentimental que económico, porque llevábamos casi 60 años casados más dos de novios”, lamenta, a la vez que precisa que también localizó una caja llena de anillos de su esposa.

“Al llegar a la calle, fui a comprar los cupones y cuando llegué al portal, no pude nada más que llegar al ascensor. No podía darle al botón, así que me agaché y me quedé en cuclillas hasta que vino mi hija a las dos y media, y eso serían las doce y media, así que casi dos horas. Nadie se dio cuenta, aquí vivimos doce vecinos”, abunda.

Su hija y su nieta llamaron al 061 y fue trasladado a la UVI, al pensar que podía haber sufrido un ictus: “Ahí estuve hasta que de madrugada ya me empecé a arreglar. El médico dijo que no tenía nada, que me habían drogado”, desvela Martínez, que a día de hoy no ha podido recuperar las joyas robadas.

El pasado 31 de enero se llevó a cabo un registro en la vivienda de la presunta ladrona, en la que los agentes localizaron medicamentos similares a los utilizados en los robos anteriores, joyas y dinero en efectivo, además de una pistola, tras lo que fue detenida por la Policía Nacional.

Este sábado fue puesta a disposición judicial y se ordenó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por cinco delitos de robo con violencia en concurso con cuatro delitos de lesiones y otro de homicidio, así como por un delito de tenencia ilícita de armas.

Fuentes de la investigación han señalado a EFE que los indicios recopilados apuntan a que entre marzo y noviembre del año pasado la investigada se habría aprovechado de la edad avanzada de distintas víctimas en situación de dependencia para robarles.

Presuntamente, se hacía pasar por asistente social de una empresa de ayuda a domicilio o por trabajadora doméstica para ganarse su confianza y poder acceder a sus viviendas -todas ellos en la capital almeriense- y así poder darles benzodiacepinas y otros fármacos similares para que perdiesen el conocimiento. 

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