Valen celebra uno de sus goles en el encuentro frente al Atlético Malagueño en el encuentro de ida.

Valen celebra uno de sus goles en el encuentro frente al Atlético Malagueño en el encuentro de ida. / Javier Alonso (Almería)

Para el olvido ha estado siendo la temporada, que está a punto de finalizar, para la UD Almería en lo que a su primer equipo se refiere. Curso desastroso en el que ha protagonizado el peor año de su historia en la máxima categoría, tal como así lo reflejan los números. Sin embargo, entre tantas malas noticias hay uno de los conjuntos con los que cuenta el club rojiblanco que se está encargando de darle al menos una alegría a la afición almeriense, que tan carente ha estado de ellas a lo largo de este curso. Son los chicos de Alberto Lasarte quienes están poniendo la nota positiva a una campaña tan amarga para los seguidores del conjunto indálico. Si una temporada atrás los pupilos del técnico jienenses, cuando todavía dirigía al Juvenil División de Honor de la UD Almería, lograron ilusionar a los seguidores rojiblancos en un curso histórico en el que acabaron siendo subcampeones de la Copa del Rey Juvenil y luchando hasta casi el final por el liderato de su grupo, esta campaña con el filial están volviendo a vivir grandes momentos y esta vez con un ascenso como objetivo. Este pasado domingo, los rojiblancos comenzaron su andadura en el play off de ascenso a Segunda RFEF, esa categoría que tanta falta hace alcanzar para reducir el salto entre el filial y el primer equipo, y lo hicieron de gran manera. Después de 365 días, a falta de tan solo uno para cumplirse el año al ser bisiesto, la afición podía volver a disfrutar de la victoria de un equipo rojiblanco en partido oficial tras superar a un duro rival como es el Atlético Malagueño, el otro filial de este grupo IX de Tercera RFEF. La dorada generación de los Rachad, Marcos Peña, Bruno Iribarne, Paco Sanz, Joan, Valen, Marsu y compañía que tan buen año protagonizó durante su etapa juvenil volvía a hacer soñar a la afición rojiblanca. Todo ello sin olvidarse de otros jugadores como Aarón Romero, Peñalver, Cantón o Hugo Neves, por nombrar a algunos de ellos, que han conseguido recobrar algo la ilusión a una parroquia rojiblanca que tan falta de alegrías ha estado a lo largo de este curso. Llega la hora de poder soñar con vivir un ascenso, aunque esta vez sea con el filial.

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