Fe en las cofradías

Son muchas las miles de almas que sienten que las Cofradías no son flor de un día, sino que trabajan todo el año

Estimados y apreciados lectores creyentes y no creyentes, para los católicos que estamos viviendo con intensidad una época litúrgica que es la Cuaresma, no exenta externamente de un clima político enraizado que pretende eclipsarnos, nos adentrará en unos días en la Semana Santa. Son muchas las miles de almas que sienten que las Cofradías no son flor de un día preparada para atracción turística, sino que trabajan callada y constantemente a lo largo de todo un año haciendo hermandad. No pueden pensar quienes nos vean los próximos días, que todo queda reducido en las Cofradías a un culto externo, ya que en todas ellas, sin excepción, sí en algo se caracterizan y tienen como objetivo primordial es el principio de la caridad, caridad destinada a personas, cofrades o no, feligreses o no, que están en exclusión social, a los que van dirigidos muchos de los fondos que se recaudan, y por ello la Estación de Penitencia supone para los cofrades ese signo de mortificación de nuestros propios pecados y por los más cercanos en misteriosa solidaridad con Cristo y con la Virgen María en su Pasión.Creo en las Cofradías, en la Semana Santa, creo en los valores espirituales que les atesoran con sus retiros y ejercicios espirituales, creo cada vez más, que en estos momentos de laicismo insolente y desconsiderado gubernamental, en la eficacia apostólica que tienen las Cofradías en la Historia de España, de nuestras ciudades y pueblos, en nuestra indaliana Almería, en las que miles y miles de mujeres y hombres de todas las edades han vuelto sus ojos al Señor de la Vida y la Esperanza, al Hijo de Dios e Hijo del Hombre. Finalmente, creo que las Cofradías son una realidad vivía con hondas raíces en lo más profundo de los sentires cristianos de la Redención del género humano. Sé que nuestra Semana Santa necesita una renovación en esta hora en que toda la Iglesia de Roma examina sus faltas y siente la brisa reconfortante de una primavera prometedora. Pero también, no juzguen a lo que se ignora, lo que no se conoce, no frivolicemos. No juzguéis desde la platea los valores religiosos de nuestras Cofradías porque son la parte más viva de nuestra Santa Madre Iglesia, bajo el aliento del Espíritu. En fin, fe en las cofradías por su loable experiencia y sus plausibles servicios a la comunidad, nos acercan cada vez más a las fuentes de la vida divina en un mundo descreído para incrementar las virtudes del Pueblo de Dios.

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