Cada año, se suicidan unas 800.000 personas en el mundo, lo que equivale a un suicidio cada 40 segundos. Y desde el año 2003, el día 10 de septiembre es la fecha del Día Mundial de la Prevención del Suicidio y con este motivo quiero aprovechar este espacio para ayudar a visibilizar este triste problema social, y sus interioridades en este país, a través de quien mejor puede hablar de él: sus cifras.

Según los datos de la OMS y del INE, España no está, ni mucho menos, entre los países con mayor tasa de suicidios por cada 100.000 habitantes, esos indeseables puestos los ocupan Guyana, Lesoto, Rusia, pero lo que si ocurre en España es que, desde 1980, cada década que dejamos atrás se marcha con una media de suicidios mayor y esto ya es causa suficiente para que este asunto preocupe seriamente.

Así, los datos del INE nos muestran que la década de los ochenta se inició haciéndonos testigos de 1.652 suicidios y transcurrió sin que en ninguno de sus años se superaran los 3.000 fallecidos por suicidio.

En la década de los noventa ya vimos cifras anuales que superaron las 3.000 muertes por suicidio, si bien ningún año superó las 3.400.

Y en la primera década del siglo XXI ya tuvimos años de más de 3.500 muertes por suicidio y de 2010 a 2019 vimos cifras muy cercanas a las 4.000 muertes, tanto como las 3.870 de 2013 y las 3.910 del año 2014, los años de resaca de la crisis financiera global que comenzó en 2008.

Y lo que también ocurre en este país es que el suicidio es nuestra mayor causa de muerte por motivos distintos a una enfermedad, y lo es muy por encima de los accidentes de tráfico y superando en más de 12 veces a los homicidios, y que más de dos tercios de las personas que se quitan la vida son hombres, y ambas circunstancias también nos deben preocupar seriamente. La primera, porque significa que vivimos en país seguro pero en el que demasiada gente que sufre no encuentra más salida a su dolor que el suicidio. Y la segunda, porque esta tragedia entiende de géneros y, por lo que sea, los hombres están tremendamente más expuesta a ella.

Ahora veremos que datos nos acaba dando el 2020, pero ya hay voces que alertan de que van a ser muy superiores a los del 2019, año el que se suicidaron 3.671 personas, tanto como para hablar de pandemia oculta.

No somos ni imperturbables ni invencibles, muy al contrario, cada uno de nosotros somos genuinamente frágiles y el año 2020 hizo sufrir mucho a nuestros cuerpos, mentes y derechos. El mundo entero ha soportado intensas carencias sociales, afectivas, laborales, educativas y deambulatorias y, un año y medio después de la declaración de la pandemia de Covid-19, sigue sin poder disfrutar de su tan necesaria normalidad, por todo ello, esta vez más que nunca, hablemos de esta realidad, estudiémosla, atendámosla y enfrentémosla como sociedad como enfrentamos las causas de tantas y tantas enfermedades mortales.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios