Si no hay mata, no hay patata

Primavera

No hay disciplina que no haya pagado tributo a esta estación: la poesía de Machado, las pinturas de Goya, Vivaldi...

El miércoles de esta semana, a las 4:06 de la madrugada, comenzó la primavera. Ese momento es un hito astronómico muy importante, porque marca lo que se denomina el equinoccio de primavera, uno de los dos días del año en los cuales las horas de luz y de oscuridad tienen la misma duración. Los que sepan latín entenderán el significado de ese extraño nombre.

Ese día tiene otra consecuencia interesante a nivel religioso. Seguro que se han preguntado por qué la Semana Santa varia sus fechas cada año. No es una decisión caprichosa. Tiene una relación directa con el día que se produce el equinoccio y, más concretamente, con la primera luna llena después de dicho día. Antes de inventarse la electricidad, dado que muchas de las actividades religiosas que se llevan a cabo en esa Semana se desarrollan por la noche y la madrigada, el disponer de nuestro hermoso satélite irradiando su albedo, garantizaba una cierta iluminación.

La primavera es, para mí, la estación favorita. Es el momento en que la naturaleza comienza a despertarse del letargo invernal: las plantas inician su exuberante floración, los insectos enloquecen con colores y aromas por doquier, los días se alargan y se moderan las temperaturas, la vida resurge en todo su esplendor. Como nos enseña el refranero: la primavera la sangre altera. Ha sido fuente de inspiración para artistas de todas las épocas, desde las primeras civilizaciones hasta los movimientos de vanguardia actuales. No hay disciplina que no haya pagado tributo a esta estación: la poesía de Machado, las pinturas de Goya, la música de Vivaldi o las bellísimas imágenes de Doctor Zhivago, son algunos de los miles de ejemplos disponibles.

En mi caso particular, mi obra favorita es La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky, una sublime pieza musical que supuso una revolución a comienzos del siglo XX, un salto en la composición que tuvo una gran influencia en toda la música contemporánea, desde Leonard Bernstein a Lera Auerbach, por poner dos ejemplos distantes. Pido perdón por hablar de “mi libro”, pero esta música me inspiró mientras diseñaba la vivienda de mi amiga T., una de mis últimas obras, de la que me siento muy orgulloso y satisfecho.

Espero que disfruten de la primavera. Salgan a la calle, respiren hondo y embriáguense del ambiente, dedique una sonrisa a las flores, tengan un gesto de caricia con las personas de su entorno. Verán como mejora el Mundo y resulta un estupendo lugar para vivir.

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