El crack-1

Yo no he entendido nada de esta película, será que escribo con ordenador y me gusta el pasado, y no al contrario

Cómo ha podido caer tan bajo, Mr. Garci? Aprovecho el cambio de paradigma actual que hace que nuestras amadas pantallas de televisión sean el actual cine, el que ya era, el que será, para visionar tardíamente ese rumor de precuela que se ha hecho llamar El Crack cero. Indigna precuela de un cine de otro siglo que pretende pasar por cine de otro siglo y solo es cine de este siglo, banal, pastiche que no consigue otra cosa que imitar burdamente el pasado alineándose con todas esas películas que siempre destrozan el original, copiando miméticamente la misma música sobre un tapiz falso, igualando escenas, casi parodiando voces y gestos, calcando situaciones, diálogos, ambientes. Lo que antes parecía de verdad, incluso en la segunda parte, casi mejor que la primera, ahora es una mala fotocopia retrospectiva. Y para sellar el fraude, en un pretendido blanco y negro que ayuda a ver la falsedad. Todos los personajes en ese clon de una secuenciación genómica del guion, léase alguien requiere los servicios de un detective y empieza una trama, se busca al moro, se habla con Don Ricardo, se visitan sospechosos, todos los personajes, digo, parecen sacados de un daguerrotipo hecho con medios digitales, sin la pátina del film analógico y ese defecto de perfección que los hace humanos, que nos hace olvidar que son actores y nos hace pensar que eso está pasando de verdad, o lo que viene siendo el buen cine. Pero en este caso yo sólo veo actores actuando con un deje imitativo de los que me creía todo. Sin suspense, con la misma música que ya no encaja, no sé de donde viene el patinazo de un señor que todavía escribe con máquina de escribir, quién, siguiendo las pautas del cine español (y de otro cine), convence a Garci para hacer un mal plagio de sí mismo. El caso es que es el propio autor el que no participa de la mitificación de su mítica película anterior y sí son legiones de seguidores, yo mismo, que la mira y la vuelve a mirar, eso sí, con mejor calidad de reproducción, pero es la misma, ese serio señor sin horario que camina en una ciudad inhóspita. Ahora ya no camina, sólo suelta frases aprendidas de un guion no encaja, anda falto de sentido y la inefable venganza, otrora sentida, ahora es ridícula, otrora propia de sicarios de ley, ahora es desenfocada. Yo no he entendido nada de esta película, será que escribo con ordenador y me gusta el pasado, y no al contrario.

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