La tribuna

Coronel JAVIER Soriano

Para empezar ¿Reconquista o conquista?

HE asistido recientemente a la presentación del libro "1147. La primera Reconquista de Almería. El Temple en Almería" cuyo autor es D. Joaquín Socías Márquez, que creo de interés para aquellos que quieran profundizar en un periodo histórico de Almería del que poco se habla. Respecto a uno de los capítulos, el titulado: "Para empezar, ¿Reconquista o Conquista?" y aun pecando de un planteamiento simplista, lo cierto es que cuando se produce la penetración musulmana en la península ibérica, en ella ya existe una estructura social con unidad política gobernada por los cristianos visigodos. El que los musulmanes dominaran la península en 10 años cuando a los romanos les costó alrededor de 200 sólo pudo ser a consecuencia de que la Hispania visigoda era una unidad política con una autoridad suprema capaz de aglutinar la resistencia o proponer la rendición, no siendo así la Hispania prerromana. La debilidad de los visigodos, sumidos en luchas intestinas y el colaboracionismo de núcleos internos, facilitarían la rápida conquista de la península por un ejército reducido para el espacio geográfico abarcado.

Pero a pesar del colapso del reino visigodo, algunos núcleos en los Pirineos y cordillera Cantábrica escapan al control musulmán. Es en este escenario donde se produce la sublevación de D. Pelayo y la batalla de Covadonga, a partir de la cual, del núcleo de nobles godos disidentes con el nuevo poder musulmán surgirá el Reino de Asturias como sucesor del Reino Visigodo y, por tanto, continuadores de la monarquía cristiana, teniendo como objetivo principal la reconquista del territorio perdido y la reconstrucción de la unidad política y cristiana visigoda.

En este periodo histórico Almería será un actor principal en el momento en el que la política califal cordobesa respecto a África haga necesario disponer de una base naval. Almería nace como plaza fuerte, base de la armada califal, al amparo de la cual se desarrolla el comercio marítimo y con ello una floreciente sociedad, lo que a su vez la convertirá en importante objetivo militar. En el avance de los monarcas cristianos hacia el sur, consolidada la línea del Duero y alcanzada la línea del Tajo, será con el emperador Alfonso VII cuando se aproveche la debilidad de los almorávides para atacar sus centros de dominio en el sur, Córdoba y Sevilla en 1143, y Granada y Almería en 1.144, destruyendo todo a su paso desde Calatrava hasta la frontera de Almería. En 1146 los Genoveses llevan a cabo la primera operación militar de envergadura sobre Almería, pero no será hasta el año siguiente, en 1147, cuando una coalición de fuerzas cristianas lideradas por Alfonso VII la reconquisten, privando de su importante puerto a los musulmanes; este hecho bélico va a quedar testimoniado en el Poema de Almería que va a completar la Crónica del Emperador Alfonso VII (Chronica Adefonsi Imperatoris).

La reconquista cristiana va a quedar paralizada con la invasión de los almohades y el resurgimiento de nuevas rencillas entre los monarcas cristianos, que se enzarzarán en guerras internas. A pesar de ello, Alfonso VII está decidido a defender Almería a toda costa, pero perdidas Baeza y Úbeda y fracasada su contraofensiva sobre Granada, será inútil cualquier esfuerzo para mantenerla y caerá en manos almohades en 1.157. Volverá a producirse un nuevo intento de recuperación de Almería en 1309 cuando Jaime II de Aragón la asedie, pero fracasará ante la fortaleza de sus murallas y baluartes. Y de ahí hasta 1489, cuando los Reyes Católicos la recuperen para la cristiandad definitivamente.

El cambio geoestratégico que se produce a partir de 1492, sintetizado en la nueva política expansiva hacia el Nuevo Mundo, hacia Italia para asegurar nuestro dominio en el Mediterráneo Occidental y el diseño de un plan de seguridad para contener la agresión islámica turca y berberisca norteafricana, relegarán a Almería a un segundo plano en la política nacional, quedando como un eslabón más del sistema defensivo de las costa meridional peninsular como plaza fuerte que es.

En el siglo VIII el Mare Nostrum deja de ser el centro de una cultura para pasar a ser una frontera de culturas, y hasta el siglo XV no quedará definida esa frontera en su occidente, en la península ibérica. Es probable que el debate ideológico haya subyugado al histórico cuando se trata de llamar Reconquista o Conquista a estos siglos de lucha en la península ibérica.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios