Libertad Quijotesca

De Sanchilinae coniuratione

Dos cartas para una conjura. Presuntamente llevarnos a rastras a la constituyente

El Minotauro que habita en Moncloa no deja espacio para dudar. Con los patrocinadores y patrocinados agazapados en sus muros pedrorianos. Tienen un objetivo. Destruir España como Nación y democracia desde el interior de sus instituciones. Arrancarnos nuestra ciudadanía. Dejarnos indefensos ante su estado totalitario. Es el socialismo del siglo XXI del Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla. Desde Fidel Castro a Cristina Kirchner, todos han jugado con sus cartas al pueblo. Naipes no. Epistolares. Prosa del progresismo robolucionario populista. El Minotauro ha pasado de la misiva victimista a los hispanos, a la carta intramuros a los correligionarios. Dos folios y medio de autocomplacencia. En psicología este comportamiento se define y estudia como fenómeno de proyección. Ver en los demás tus propias intenciones y hacerlos responsables de las mismas. Albert Camus escribió que “El bienestar de las personas siempre ha sido la coartada de los tiranos”. De ahí el plantel de talentos en el consejo de ministros. Meritorios premios Oscar al mejor montaje y efectos especiales. No olvidemos el guión. En la carta intramuros escribe el Minotauro: “Nuestra democracia, como las del resto del mundo, se enfrenta al avance de una internacional ultraderechista que trata de imponer su agenda regresiva”. Faro del liderazgo mundial. En el quinto párrafo escribe “Porque el socialismo es humanismo”. Cicerón, creador del humanismo, pronunció estas palabras en el Senado romano: “Quosque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? ¿Hasta cuándo abusarás Catilina de nuestra paciencia?” De este modo Cicerón denunciaba la conjura que preparaba Catilina para hacerse con el poder absoluto. Cayo Salustio Crispo (siglo I a.C.) es uno de los grandes historiadores romanos. Escribió De Catilinae coniuratione. Es español, La conjura de Catilina. Lucio Sergio Catilina se unió a la dictadura de Sila. Después fue elegido propretor de la provincia de África en el 67 a.C. A su regreso, quiso presentarse a las elecciones de cónsul. No pudo presentarse al ser llevado a juicio por gestión corrupta del cargo. En el tablero estaban además de Catilina y Cicerón, Craso, Pompeyo y Julio César. Es apasionante leer la obra de Salustio. Los juegos del poder nunca son lo que nos quieren hacer parecer. Estamos advertidos. La conjura del Minotauro es llevarnos a rastras a la constituyente.

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